Dos palomas, símbolo de paz

¡Agudizó susurro en los símbolos de paz!

Bartola Boyer:
boyeregard@gmail.com

Murmurar desaciertos del mundo, es pensar en la agonía de los lapsos que atañen la vida del planeta; no hay camino en el tiempo perdido por las insensatez dominante del camuflajehadó sistema transversal. Aunanimidad criterios enfáticos nos devuelven el cariño perdido en las creencias de soluciones en el trayecto del futuro. Volando en los espacios limitados por los agonizantes linderos, descansa mi vista en las maniobras ejecutadas en aras de solemnidades. ¡Paz!, yo quiero paz, pero no es la paz, de la igualdad que predicaron los principales promovedores de las ideas, de Grecia, de Roma, o mesopotámia; sí el crecimiento educativo no es ingerido por los indigentes guerreros en las búsquedas de un espacio justo y valedero, entonces los esfuerzos que hacen dinastias gobernantes es un susuro y nada más; Semejante condición una vez, fueron las mías; ahora busco en el desierto el sonido de una chicharra, para calmar sus llantos con alevosía. Mi presencia en las alturas, alimenta el deseo de los buitres callejeros, que pregonan en voz baja; cuando tenga el poder enceraré la paciencia en los brazos de un abrazo, confundiré la sonrisa con un llanto verdadero, y seré al que esperen, porque el tiempo será mío. Construiré un equilibrio en las Alas del caído; que su mirada llegue al cielo, y reciba la señal, de un sol radiante quemando las euforias en las tierras de los hombres.