miércoles, 14 de marzo de 2012

Pérez Figuereo: Ignacio Ditren quiere vender la OMSA como vaca muerta


Una de las empresas que gano la licitación es Ventosa Group; y esta sólo cuenta con un capital de 10 mil pesos

Por: Bartolo Boyer Otaño

boyeregard@gmail.com

Santo Domingo.- El presidente de la Central de Transportes Unificados (CNTU), Ramón Pérez Figuereo, denunció ayer que el director de la Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses (OMSA), Ignacio Ditren Flores, quiere apropiarse de la institución, la cual esta valorada en 60 millones de dólares.

Pérez Figuereo, calificó de mal intencionada la licitación amañada que sólo busca la desaparición y destrucción de la OMSA, vendiéndola a precio de vaca muerta. Dijo que las tres empresas que ganaron los derechos son los talleres que durante siete años han tenido el control de la institución.

El sindicalista agregó que fue fraudulenta y viciada la licitación hecha por Ditren, ya no llamaron a participar a las empresas que realmente son del transporte, como Caribe Tours, El Metro, Terra Bus. Indicó que esto se debe a que se espera un cambio de gobierno y él sabe que el que venga a la institución no se dejara manipular por las empresas Excel Credit, Matosa Comercial y Ventosa Group.

El empresario del transporte público fue entrevistado por el periodista Bartolo Boyer, en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados Lic. Abel Martínez, donde acudió a entregarle el documento, que contiene la solicitud para se investigue la relación que pudiese existir entre el director de la OMSA, y los dueños de los talleres que ganaron las licitaciones.

Figuereo exclamó que espera del presidente de la Cámara de Diputados Abel Martínez, una exhaustiva investigación en torno a la situación, ya que él prometió transmitir el caso para que esto se declare nulo. Insistió en que es una licitación totalmente viciada, y el pueblo no puede perder una institución que les a costado tanto dinero al país.

lunes, 12 de marzo de 2012

LAS CARTAS DEL PROFESOR EXPRESIDENTE JUAN BOSCH


PEÑA GÓMEZ TÍLDA DE TRAIDORES LOS COLABORADORES DE JUAN BOSCH

Por: Angela Peña

boyeregard@gmail.com

Algunas cartas políticas que el Centro de Documentación Juan Bosch ha sacado a la luz, con motivo del 50 aniversario de su elección como Presidente de la República, son proyectiles mecanografiados o manuscritos que escandalizan al leer sobre alegadas conductas encubiertas que se atribuyen a personas tenidas por tan meritorias y honorables que han sido merecedoras de tarjas, avenidas, calles, escuelas con su nombres y hasta de esculturas con sus efigies.

En este copioso patrimonio, sin embargo, se les tilda de agentes norteamericanos, indecisos, traidores, ineptos, espías, infiltrados, delatores, expertos en grabaciones de conversaciones telefónicas privadas, débiles de carácter, chismosos, intrigantes, vende patria que respondían a sus intereses antes que al pueblo.

Por ejemplo: más que una misiva, la comunicación que Peña Gómez envió al exgobernante el 12 de abril de 1973, es un misil, es como la antihistoria de lo que la sociedad conoce de acontecimientos como la guerrilla de Playa Caracoles, Caamaño y los Cascos Blancos, los partidos Socialista Popular, Comunista Dominicano, Movimiento Popular Dominicano, los gobiernos del Triunvirato y de Balaguer, la guerra de abril, el Gobierno Constitucionalista…..

“Permítame que esta vez no le llame querido porque he llegado a convencerme totalmente que desde hace tiempo he perdido su confianza”, inicia la comunicación que parece el inicio de la ruptura de estos dos grandes líderes que antes se trataban como queridos compadres. “Estimado compañero”, es ahora el tratamiento de Peña en la correspondencia que tiene arriba escrita a mano: “Las dos llegaron vía Milagros, posiblemente vía César Roque. La C.P. la estudió. Es increíble”.

Es extensa como para hacer un libro u lo que ocuparía más páginas sería el índice onomástico en el que estarían nombres como los de Jacobo Majluta, para la fecha “muy enfermo del corazón”; Rafelito y Tonito, Césal Roque, Sacha Volman, “J.R.”, “S”, Héctor Aristy, Narciso Isa Conde, “Chino Pichardo”, Molina Ureña, “Milagros y Joaquín”, Ángel Miolán, Virgilio Mainardi Reyna, Eugenio Mota Contín, Donald Reid, Fernández Mármol, Antonio Martínez Francisco, “Belisario”, Nivar Seijas, Hernando Ramírez, Mario Peña Taveres, Brea Peña,, Antonio Imbert, Jottin Cury, Homero Hernandez, Bienvenido Hazim, Acosta Torres, Lembert Peguero, Fidel Castro y otros. Es una relación cronológica que censura actuaciones de Bosch, cuenta al maestro amargas actitudes de otros hacia su persona, delata, sin que aparente una intención de herirlo, comportamientos que hicieron daño a su imagen pública.

Le recuerda que el antiboschismo creció de manera alarmante dentro de la Revolución “cuando Francis Caamaño y Héctor le grababan a usted todas las conversaciones para tener pruebas contra usted en el futuro. Esa situación se agravó cuando usted envió a Fernández Domínguez pues ellos consideraron que la fórmula política que él trajo constituía una traición de parte suya al coronel Caamaño; recuérdese que antes o después de este hecho, él rehusó todo contacto con usted y fui yo quien me enfrenté a todos los bandos antiperredeistas y defendí su nombre y cuando Caamaño y su grupo comenzaron a negociar a espaldas suyas u los sorprendí ofreciéndoles la presidencia al Dr. Félix Goyco y después a Homero Hernández, llegando a establecer secretos contactos con Imbert”… .

Bosch le contestó muy respetuosamente el “ Domingo de Resurrección, 1973” en que aparece tachado el habitual “Querido compañero y compadre” de tiempos mejores. Le dice que no se lleve de chismes pues son parte de un plan bien urdido al cual se prestó por varias razones, entre otras, “cuando por desconfiar de tu partido te dejaste secuestrar de la derecha” . “En ti tuvo más autoridad un chisme de Juan Pablo contra T. que todos los años de militancia honorable de T. en el Partido”, le encara, y añade que para un líder político de su categoría (de Peña), “que no es la de un chivito”, los hombres y las mujeres deben dividirse, antes que nada, en clases y capas y cada uno debe tener las virtudes y los defectos atinentes a su clase y capa…”.

Reitera lo que dijo: “Mi compadre está secuestrado por la extrema derecha a tal punto que se ha negado a dejarse ver de los mientras de la Comisión Permanente, en cambio, se deja ver de César Roque y de W. de Peña, dos hombres del equipo de Luis Amiama…”.

Así comenzaba a quebrarse un cariño tan profundo que parecía el de un padre hacia su hijo. El 28 de abril de 1973, “mala fecha”, anotó Bosch, éste le escribió esta tierna misiva pletórica de preocupación y amor. “Querido compañero y compadre: Tus cartas y la noticia de que no duermes, me indican que te hallas en estado de exaltación que me preocupa mucho. Ahora lo que quiero es mandarte 9 tabletas de Librium 10”. Le explica cómo se toma y le recomienda el Valium Roche si aquella no le resultaba. “Te mando también el único dinero que tengo para que mandes a comprar el Valium o el Librium; lamento no tener más que eso”.

Bosch estaba clandestino en un segundo refugio del habla sin revelar: El anterior, según otra carta, era la residencia de un funcionario balaguerista. En ésta alude también a “Chino Pichardo”, sobre la salida de su posición”.

Se despide cariñosamente de José Francisco Peña Gómez, diciéndole que le “sueña” mal el que no le incluyan en el rumor de que las Fuerzas Armadas darán garantías para salir y como en otras ocasiones se despide de él enviando saludos a “M”.

“CON HUMO EN LA BOCA”. En esta interminable cantidad de cartas y otros escritos que se pueden leer o imprimir desde Internet, Juan Bosch se muestra cortés, agradecido, pendiente de la política internacional , de sus hijos y padres, de sus hermanos y amigos, de exiliados, y no deja de ser cronista del acontecer en el que fue partícipe, actor, víctima. A veces está francamente rabioso.

Escribe además a Sacha Volman en inglés y español, a José Figueres en 1960, a don Antonio Guzmán le anuncia en 1973: “Cuando vengas por aquí te explicaré las razones por las cuales me fui de la reunión del Comité Ejecutivo… Hay una conducta de Peña que yo me he reservado por respeto al cariño que le tuve, te la diré cuando nos veamos”.

Es revelador lo que escribe a Marcio Mejía Ricart, al Colegio Nacional de Economía de la Universidad de México, desde Río Piedras: “Para que comprendas mi situación en Santo Domingo mientras fui Presidente, voy a contarle ciertas cosas”. Y se extiende a seis páginas. A Robert Kennedy lo felicita por su elección como senador por el Estado de New York, el 19 de noviembre de 1964, aclarándole que su elección establece una verdadera victoria democrática para América Latina y por tanto “considero que no me inmiscuyo en la política de Estados Unidos al felicitarle de todo corazón.

El 18 de enero de 1965 escribe desde Puerto Rico al doctor Miguel A. Brito Mata, de Santiago: “Tony Castellanos tuvo la bondad de traerme los cigarrillos que Ud. Me envió.

Llegaron esta mañana y ya estoy fumando de ellos. Con humo en la boca le doy las gracias”.

Le confiesa que acaba de escuchar la denuncia de la tensa situación militar del país y su opinión de que “detrás del complot contra Belisario está la mano de Elías Wessin y Wessin”, y concluye: “Todo el mundo quiere meter la mano en el poder, pero pocos saben que en el fondo del macuto lo que hay son espinas”.

Fuente: periodico Hoy