“Hay un pan que no podemos negar”, es el pan de la enseñanza

4% OH MUÑECAS Y BICICLETAS


Bartolo Boyer
boyeregard@gmail.com

Opinión

4% causa o no, de ideas y opiniones encontradas, es el resurgir de un clamor magisterial de décadas, en la Republica Dominicana; sí en nombre de un derecho por ley, de una nación libre y democrática, los gobiernos de nuestro país, han desarrollado campañas por todos los altos, de promesas para el fortalecimiento del sector educación.
La clarividencia no juega ningún papel en las decisiones a tomar cuando se trata de la reserva humana de un país, pobre, en inicio de desarrollo; las grandes riquezas y los grandes proyectos no podrán mantener un equilibrio estructural ni mucho menos desarrollar una política de expansión en territorios regionales sin contar con la participación de los elaboradores del producto interno bruto. El progreso de un gobierno fundamentalmente está sustentado en el manejo del crecimiento económico de la población empleadora, y del empleado común; los beneficios alcanzados se dividen en el resultado producto de los recursos invertidos en la formación de elementos productivos. Vencer el fantasma de la miseria y alcanzar el lenguaje del crecimiento cultural, intelectual, y ser ejecutor de pensamientos colectivos, es la oportunidad adquirida por los que creen en los cambios circunstánciales. Los visionarios son los que implementan las políticas futuristas en beneficios de las grandes mayorías y en especial de la niñez futuros jóvenes encargados de la continuidad y manejo de los recursos del Estado. El trato especial los llevan todas las secretarias conjuntamente con una evaluación de rigor, en la trascendencia de las prioridades en el conjunto de solicitudes depositadas por los representantes o autoridades gubernativas. Es correcto el reclamo a través de movilizaciones en beneficio de los formadores de herramientas capacitadas para seguir creciendo como tierra fértil de pensadores y fereíos defensores de símbolos y nacionalidad, en una patria de sensibilidad cabalgante, creyente, libertadora de caudillos irracionales.

¿Quien les dará seguimiento a las tareas de Freddy?

Después de un adiós

IRANNA FLAVÍA LUCIANO

¿Después de un adiós qué nos queda?
Siempre he reflexionado que la vida es un misterio por si sola, y que la muerte aún sin comprenderla es aún más misteriosa porque no conoce de lealtades, y muere en estricta amnesia.

Dicen que el ser humano se “alimenta de recuerdos”, por que son estos los que mantienen vivas las almas.
¿Y si no existiera la especie pensante para recordar?, ¿Acaso pudiéramos ser testigos de la evolución de las especies y de los momentos para contar?

En el núcleo de nuestra mente siempre existirán los recuerdos de los buenos momentos, aquellos que hacen posible cambiar un instante por alegría.
Estos que nos ayudan a reír, a suspirar, a llenarnos de esperanza.
Si hoy en día nos alimentamos espiritualmente es por que nos llenamos de esperanza; es por esa razón que nos animamos a darle el sí quiero al mundo.

También por la fe y el optimismo nos motivamos a crear, y a traer nuevos cerebros que nos llenarán de espontaneidad.
Después de un adiós queda mucha confianza, queda el momento para planificar el reencuentro con las almas. Queda el convencimiento motorizado por el mañana, quedan las lágrimas que algún día lograrán secarse para no llorar por dentro.
Quedan las comas, el intervalo abierto, el sí a medias, unos ojos que anhelan despertar, y la satisfacción por el deber cumplido.

Después de un adiós queda también un punto seguido de aquel recuerdo que no muere.
Decir un hasta luego preciso para un alma merecida es oportuno. Adiós don Freddy Beras Goico, quien fue y será el EJEMPLO, de hombre honesto, valiente, libre e independiente, de cualquier poder del estado.

Dios, tenga misericordia de los días y noches de tus 69 años de vida.

Fuente: Listín Diario