lunes, 29 de noviembre de 2010

LA OPCIÓN DE DIMITIR ES UN DERECHO OH UN DEBER


EL ESPÍTU SANTO HABLA AL MUNDO; A TRAVÉS DEL PAPA


Lucia Magi
Bolonia
boyeregard@gmail.com

El temor y la sorpresa tras el anuncio de haber sido elegido sucesor de Juan Pablo II. Las fuerzas físicas que empiezan a menguar a sus 83 años. El escándalo de los abusos sexuales. La homosexualidad, la píldora abortiva, el celibato. Por primera vez en la historia del Vaticano, un Papa, Benedicto XV1, se confiesa y lo publica. La entrevista que mantuvo con el periodista Alemán Meter Seewald durante su descanso veraniego en la residencia de Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, prometía marcar un tibio giro de la Iglesia en temas sociales; sobre todo, al trascender que Benedicto XV1, defendía en Luz del mundo el uso limitado del preservativo. Pero no; el Papa defiende en el libro las posturas tradicionales de la institución: no a la ordenación de mujeres, no a la píldora y sí al celibato.

España. “Es un país de contrastes dramáticos, pensemos en el contraste entre la República de los años treinta y Franco, o entre el actual y dramático choque entre secularismo radical y fe convencida”.

Píldora. “Si se separan los conceptos de sexualidad y fertilidad entonces la sexualidad pasa a ser cualquier cosa”. “La Iglesia aprueba la regulación natural de la natalidad”.

Celibato. “Para vivir mejor esta señal que los curas dan al mundo es importante que los sacerdotes no vivan aislados, si no que se reúnan en pequeñas comunidades, se apoyen y experimenten juntos su servicio a Cristo”.

Mujeres sacerdotes. “Ya lo dijo Juan Pablo II, la Iglesia no tiene de ninguna forma la posibilidad de ordenar a las mujeres. No se trata de que no queremos, no podemos; el señor dio esta forma a la Iglesia”.

Homosexuales. “No tienen que estar discriminados por presentar aquellas tendencias; el respeto por la persona es algo absolutamente fundamental y decisivo; pero el sentido profundo de la sexualidad es otro; la reproducción”. “Si alguien presenta tendencias homosexuales claras esta constituirá para él una gran prueba; pero la homosexualidad no es moralmente justa”. Tampoco es conciliable con el sacerdocio, porque entonces “el celibato como renuncia no tiene ningún sentido”.

Abusos. “De repente fue como si el cráter de un volcán se pusiera a vomitar una gran nube de basura que lo ensuciaba y oscurecía todo; el sacerdocio parecía el lugar de la vergüenza y cualquiera era sospechoso de ser “uno de ellos”, algunos me contaron que hasta tenían miedo de coger de mano a un niño, la dimensión de los abusos fue un shock”.

Medios. “La acción de los medios no estaba guiada solo por la búsqueda de la verdad, sino que también se complacían al disparar contra la Iglesia y desacreditarla”. Pero precisa: “cuando se trata de sacar a la luz la verdad, tenemos que estar agradecidos.
Los medios no hubieran podido contar esas cosas sí en la Iglesia misma el mal no”.

Dimisiones. Sobre el escándalo de la pedofilia, le pregunta el periodista: “¿pensó alguna vez en dimitir?”. Repuesta: “Cuando el peligro es grande uno no puede huir; por eso éste no es el momento para dimitir, sino para resistir y superar la dificultad”. Sin embargo, “cuando un `Papa llega a la clara conciencia de que ya no puede físicamente, mentalmente y espiritualmente llevar a cabo su misión, entonces tiene el derecho y, en algunos casos el deber, de dimitir”.

Legionarios de Cristo. Sobre el sacerdote mexicano Marcial Maciel, que fundó en 1941 los Legionarios de Cristo y que abusó de seminarista y tuvo hijos con distintas mujeres, Benedicto XV1, es muy cloro. “Hemos actuado con mucha lentitud y gran retraso; de alguna forma, la historia estaba muy bien tapada y solo a partir de 2000 hemos empezado a tener pruebas. Para mí, Maciel sigue siendo una figura misteriosa. Por un lado existe el tipo de vida que ahora conocemos, más allá de cualquier moral: Una existencia atrevida, despilfarrada, torcida. Por otro lado, están el dinamismo y la fuerza con que construyó la comunidad de los Legionarios”. De todos modos, “en su conjunto la comunidad es sana”.

Islam. Es una “gran realidad religiosa”, con la que hay que dialogar, porque son aliados en la guerra contra el secularismo. Pero “hay muchas maneras de vivir lo”. “Donde reina incontrastable, la conciencia de la verdad se transforma en intolerancia y la convivencia con los cristianos es difícil”.

Fuente: El país