lunes, 24 de marzo de 2014



“Orlando Martínez “un Archivo Muerto”(…), Que vivirás por siempre…”

Por: Bartolo Boyer Otaño
 boyeregard@gmail.com


Crónica

El 17 –de marzo de 1975, es el código de un archivo que tiene por nombre Orlando   Martínez Howley, ilustre periodista  asesinado a tiros en el año 1975 durante la época denominada "Los doce años" (1966-1978). Con el doctor Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, como su presidente y como el propulsor de los  albergues  o, nidos de? (…), “quienes ejecutaban ordenes  provenientes de todas instancias de poder, del entonces gobierno Rojo…”, Martínez, Fue director de la revista «Ahora» y columnista del periódico El Nacional.
  Esta jueves 20 de marzo, presencie un acto en el Senado de la República, en el salón polivalente, donde este héroe fue objeto de un homenaje póstumo  en sus 39 años de haber sido asesinado; iniciativas ésta por el senador de la provincia Espallat, José Rafael Vargas Pantaleón.
    Debo confesar: que fue para mí un momento de reflexión, al ver los rostros de tan reputados colegas, quienes fungieron en un determinado momento de su vida, como los  compañeros de ese joven de perfil caldeado por los rasgos dominantes y seguro de sí mismo. Fue tanto así, que las balas que perforaron su cuerpo (…), no pudieron detener los objetivos  de sus ideales, por lo que propugnaba con su entereza  y  demandas, con sus actitudes de valentía. (…) Y en ciertas formas, con sus ejecuciones suicidas…    
   Orlando Martínez, no es un periodista caído (…), sino que “es la antorcha que todo periodista comprometido con la verdad y la defensa de quienes sucumben en sus intentos…”, debe elevar; para mantener en alto, el nombre de quien con su vida, demostró que aún muriendo se puede alcanzar ser el filo, de nuevos ideales…   

A continuación… El último Artículo del periodista  Orlando Martínez Howley.

¿POR QUE NO, DOCTOR BALAGUER?

Señor Presidente de la República, ya que usted impide que un artista del prestigio y la calidad moral de Silvano Lora viva en su Patria, ya que dejar en el extranjero a dominicanos le produce placer o ganancias politiqueras, me voy a permitir hacerles algunas recomendaciones.
Espero que sobre todo medite la última.
Como  usted  ha dicho que en este gobierno, y parece ser cierto, la corrupción sólo se detiene en la puerta de su oficina, ¿Por qué no saca de la República Dominicana a todos esos corruptos?
Como aquí existe una galopante inflación de delincuentes sin uniformar  y, según usted, también uniformados, ¿por qué no les ordena a los calieses del régimen que los apresen y los metan en un avión?    
¿Por qué no les dice a los genízaros que prestan servicio en el aeropuerto que apresen no a los que traen cigarrillo de marihuana, sino a los pejes gordos del tráfico de drogas?
¿Por qué no manda al exilio a los que reciben comisiones para negociar contratos que entregan nuestras  riquezas a las compañías multinacionales?
¿Por qué no instala en un barco a los latifundistas, a los que están negados a que este país salga del subdesarrollo y de la situación de miseria colectiva que lo acompaña?
¿Por qué no entra en ese mismo barco a quienes en la ciudad son el soporte ideológico de esos  terratenientes? Y también a quienes son el sostén armado, los que dan palos, apresan y torturan campesinos que luchan por sus derechos.
 Como usted es enllave de los norteamericanos, ¿Por qué no le solicita un portaaviones para enviar al lugar que fuese a los numerosos calieses que viven del trabajo del pueblo? En caso de que su amistad con los Estados Unidos sea más estrecha de lo que sospechamos, ¿Por qué no le pide al Pentágono un cohete último modelo con el objetivo científico de crear una colonia de calieses en la luna?   
¿Por qué no desaparece de la vista de los dominicanos honrados, que son la mayoría, a todos los vagos que en este gobierno cobran sin trabajar?
     ¿Por qué, tómelo en cuenta, no deposita en un cómodo asiento de primera a los funcionarios irresponsables que se las dan de Fouché contemporáneos y a la hora de la responsabilidad no dan la cara?
Y mi recomendación final:
Si es inevitable que esta situación continué, si es imposible evitar actos indignantes y miserables como el que presencié el domingo en el aeropuerto, ¿Por qué, doctor Balaguer, no se decide usted a subirse en el avión o el barco y desaparece definitivamente de este país junto a todos los anteriormente mencionados?