“El sabor de la amargura…
sabe a hiel y sabe a sal…”
Por: Bartolo
Boyer Otaño
Carta de mi baúl
“El sabor de la amargura… sabe a hiel y sabe a sal…”,
Es como buscar una salida, donde no hay alternativa (…), y morir, sin escapar… donde yace la mentira: y sin prueba, ni testigo, alguien
alega y te dice: ¡mire usted, qué lo sentimos…! Pero su caso, es fatal; son
cosas que perimieron… hablando en buen vulgar… esos resultados, de los análisis
adulterados (…), y sin nombre de a quien entregar son cosas ya del pasado, hágase
usted un favor, y ya no moleste más…
Es como si
no existiera el lado opuesto del sujeto, en lo que a veces llaman: algo así
como oración… acción o movimiento, está muerto ese concepto… son como hojas secas, de un árbol
que muere en primavera… por la falta de las lágrimas caídas, de las nubes ausentes,
en el infinito del espacio y su esplendor…
“El sabor de
la amargura… sabe a hiel y sabe a sal…”
“El sabor de
la amargura… sabe a hiel y sabe a sal…”
“El
sabor de la amargura… sabe a hiel y sabe a sal…”
“El sabor de la amargura… sabe a hiel y sabe a
sal…”
Es como fumarse un “pachuche”; ¡Quita esa cara de
idiota…! Que marihuana no es; pues los puros son cubanos (…), y tienen precio
mayor: no es un lujo, ni un placer, es la materia prima de una rara exportación…que
burla todo lo estricto… bloqueo e impedimento, en su comercio exterior… y el
orgullo de los cubanos… sigue siempre al vapor…
¡Se escucha un llanto! Pero nadie quiere escuchar… alguien
tiende las manos… pero nadie quiere trepar… las voluntades existen… pero nadie
tiene las fuerzas, para sus brazos levantar… todos saben de donde vienen… pero
no a donde van… está cansada, y muy sedienta, de cabalgar y cabalgar…
Es demasiado para mí… ya no soporto más… ¡no sé si resistiré…!
Creo que llegaré cuando ya tu no estés…cada día, se multiplica el dolor; y mis
consuelos es la llama que arde en mi pobre corazón…sigue muda y no habla, no se
atreve a replicar… está muriendo por
dentro… y su llanto, ¡y su canto! nadie, ¡nadie! Lo puede escuchar… hablando mueren las notas… y
sus cantos, en el tiempo morirán…
Sabe a hiel
y sabe a sal…