viernes, 27 de agosto de 2010

La reelección no es mala, porque en Estados Unidos existe la reelección



EX DIPUTADO Y EX PRESIDENTE EN (INPRESCONDO) POR EL (PRSC) DOCTOR, FRANK MARTÍNEZ


Santo Domingo-. La reelección no es mala, porque en Estados Unidos, existe la reelección desde George Washington, 1789-1797, Thomas Jefferson, 1801- 1809, Rutherford B. Hayes, 1877- 1881, ahora el gran problema nuestro es como se administra el dinero del pueblo, si aquí tuviéramos un sistema de distribución equitativas de las riquezas que se producen y el presupuesto no fuera un instrumento para la discrecionalidad de los presidente de turno.

El tema de la reelección en la Republica Dominicana, es un tema consistente ha estado vigente durante toda la vida republicana desde el momento de Pedro Santana, Buena Ventura Báez, Ulises Heureaux, Ramón Cáceres, Horacio Vásquez, Rafael Leonidas Trujillo, Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía, y ahora el Doc. Leonel Fernández Reyna

En cada episodio a generado conflictos, a creado mayor disyuntivas y a provocado confrontaciones política, que van a lo institucional.

La constitución vigente prohíbe la reelección porque es de aplicación inmediata, quienes están utilizando algún tipo de interpretación lo hacen con un criterio de parcialización por ejemplo la constitución establece que los jueces de la suprema corte de justicia con 75 años deben abandonar el cargo, por tanto todas las disposiciones constitucionales son de aplicación inmediata; salvo que alguna disposición transitoria haga la salvedad, como no es transitorio entonces no se aplica de manera rigurosa, esa disposición de la ley 124.

jueves, 26 de agosto de 2010

LAS RECOMPENSAS LAS DA EL CREADOR


En el pasado todo queda, hasta las promesas


Reflexión:


En calma, en silencio, y en soledad ruge el pensamiento del hombre, buscando las razones del porque vivir. Nadie puede detener el tiempo, en las agujas de un Relo; es como trasladar el pasado al presente. Cautivo vivo soñando el sendero del amor, periferia sin distancia enmarcados en el sol. Mía, mía es la melodía entonado por el viento, lentamente cabalgan las nubes en el espacio del cielo, su anuncio es notorio guardado está en el suelo. Cambiando están las rosas, sus colores no irradiaran pues, nuevos tonos cautivan la seducción adolescente, de quien fuera romántica para amar. Hay noticias para el huerto, semillas frescas les sembrarán, penas sufren los sembradores ellos nunca cosecharán. ¿Dime hermano que te pasa, que el brillo de tus ojos opaco está, de seguro que en tu mente el diluvio te hace pensar?, ¿o es que mi madre ya no cree en mi papá?, si es así ¡pobre tierra!, sin consuelo dio sus frutos al forastero esperando las promesas de mojar su nacimientos en las aridez, de las llanuras. El ruiseñor canta en su mundo melodías con esperanza, nadie escucho por preocupaciones en el anden sólo hay cansancio. Ahora siento melancolía, con dulce fuego de inquietud, quien alcaza la buena suerte no recuerda donde habitó.

martes, 24 de agosto de 2010

EL CORAZÓN DE LA AUYAMA SÓLO LO CONOCE LA MISERIA


El diario de Juan Pérez, chofer de un funcionario

Crónica:

Martes 24 de Agosto 2010; Juan Pérez, se sienta en el bordé de su cama, busca una encendedora y mira la hora de su Relo, son las 5 de la mañana, su esposa le pregunta sí ya es la hora de irse ha trabajar, él le responde que ya es hora de marcharse al trabajo. Pérez, se pára de la cama y se estira, y todos sus huesos suenan como tambores, al decir verdad, diariamente Juan, duerme en el bordé de su cama, en compañía de su esposa y 3 niños más, 2 varones, y 1 hembra, cerca de la cama está otra niña de 5 meses de nacida, los otros 3, tienen edades de 8, 7, 6, años de edad. Su profesión es manejar vehículos de motor desde juventud, en la actualidad tiene 48 años de edad, y su esposa Elida Suero, tiene 25 años de edad, no trabaja y le gusta la bebida, fumar cigarrillo, y juega baraja. Su residencia es una habitación en los Alcarrizos; Juan se desplaza todos los días en un motor 70, para llegar hasta la residencia de su jefe, quien vive en arroyo hondo y es un funcionario privado. Su nombre Javier Castillo Calderón, un conocido empresario e influyente en el gobierno, con mucha responsabilidades sobre sus hombros y manejando todos los millones de la economía nacional tanto en dólares como monedas del país. El señor Castillo, todos los días alaba el cumplimiento de su chofer, Juan Pérez, pero a olvidado una serie de promesas que les a hechos a su cumplidor, eficaz, serio, e inteligente, jornalero, compañero en los afanes diario, de la proezas y habilidades empleada por la mente enferma de la avaricia, que posee como un personaje de las altas sociedad. Juan, comienza a usar estrategias para mandarle un mensaje a su patrón de que esta en problema; luego de haberse pasado las mano por la cabeza, baria veces, Pérez, comienza ha llorar, al lado de su jefe; Javier, les dice a su chofer, que detenga el vehículo, el señor Pérez, se detiene y les dice, que lo disculpe pero es que mi situación es muy difícil, y no puedo más con ella. Juan, les recuerda al señor Calderón, que en 20 años que tiene con él, nunca les a exigido un aumento de sueldo, pero que ya no encuentra que darle de comer a sus 4 hijos. Castillo Calderón, lo invita salir del vehículo y se sientan en un banco, en los alrededores de una estatua de un libertador de la patria,
Y entonces les dice; usted es un malagradecido, yo, a usted ordene en mi casa que saquen la comida, el desayuno, la cena, te aumente tu sueldo de 5000,00 te lo lleve a 7000,00 pesos mensuales, sin contar los 50, pesos que le doy todos los días, para la gasolina de su motor; que me importa ha mi el problema de su familia, yo también tengo los mió, y no me le ando quejando a nadie. Javier Castillo, en el mismo momento cancelo al chofer del cual tanto decía sentirse orgulloso, el hombre que estaba a su lado desde la 5 de la mañana, hasta la 11, y12 de la noche, el compañero de 20 años, el hombre que le encubría todas sus infidelidades, el guarda espalda cuando iba al banco a depositar las grandes sumas de dinero. Valla mañana a la oficina a buscar su dinero que les toca, no quiero verle la cara más; búsquese otro trabajo que le pague más que yo. Fueron las palabras de un ser humano despiadado, sin escrúpulos, sin corazón, endiosado por la grandeza del poder, traficante de influencia, caudillo de la jerarquía, heredada por sus antecesores. Juan, hoy allegado más temprano que todos los días, su rostro es de un semblante pálido, entristecido, cabizbajo, lánguido, derrotado; su mente baga los senderos de la desesperanza, busca una salida para presentarla a su peleona mujer, a su mente se asoma una mentira, que lo protegerá de las maldiciones de su concubina, por el momento, pero que al final será peor que la cancelación de su trabajo.
Cuando Elida, se entero de lo sucedido se fue de la casa, abandono a Juan Pérez, y sus 4 hijos. Hoy Pérez, se gana la vida en su motor, como motoconchó.