martes, 17 de enero de 2012

El mayor "opositor" en la política y los certámenes electorales es el tiempo; y es controlado por Dios. Una oferta eleccionaria es una preferencia

boyeregard@gmail.com

Por: John R. Gagain

Desde que empecé a vivir y trabajar en este lado del mundo, no he visto muchos asesores políticos que son imparciales. Casi todos favorecen a uno. Porque casi todos son fieles a su líder. Y por ello piensan que esto significa, que deben decir a su líder político solo que quiere escuchar.

No es nada fácil lograr recibir un consejo objetivo e imparcial de parte de un asesor político, pero es posible. No sólo es posible, es vital; porque hoy hay cambios en la política moderna provocados por las diversas tecnologías y el aumento de la cantidad de información.

No solo esto, parece que esto sucede debido a la falta de formación en el campo de asesoría política. La mayoría de los asesores son compañeros amigos del partido de hace varios años. ¿Dónde está la nueva generación de asesores y consultores políticos profesionales?

Los políticos necesitan, por lo menos, un par de asesores, o más, de confianza; que le digan al líder como son las cosas, no como las quiere escuchar. Necesitan asesores políticos auténticos y capaces.

Por esta razón, se ha creado la Asociación Dominicana de Consultores Políticos, como institución dedicada a crear y fortalecer una generación de consultores políticos adeptos a las tendencias de la política del siglo XXI.

Alguien acaba de mostrarme un artículo titulado “Arroz con mango con longaniza”, escrito por el Sr. Melvin Peña en la revista Estilos, número 266, edición 2 de julio de 2011, hecha por el Grupo Omni Media del periódico Diario Libre (http://estilos.diariolibre.com).

No conozco a Melvin Peña, pero parece que coincide con una porción del contenido del Seminario “Capstone” que he dirigido como profesor durante la Serie de Seminarios de Gerencia de Campañas Electorales, el pasado día 26 de mayo de 2011, que se llevó acabo en la Sede de FUNGLODE.

Básicamente, Melvin Peña piensa que el eslogan del candidato presidencial del partido PLD Danilo Medina de: “1.) Continuar lo que esta bien, 2.) Corregir lo que esta mal y 3.) Hacer lo que nunca se hizo” es tan largo y complicado, que suena como un plato de comida tan raro como si fuese nombrado “Arroz con mango con longaniza”, el mismo título de su artículo.

El autor cita los reconocidos expertos de comunicación como los hermanos Heath diciendo, “Si dices más de una cosa, no has dicho nada”.

También dice “Este eslogan es un acto de equilibrismo político que pretende no molestar la hueste del León, endosar a la candidatura morada los logros de gestión de esa fiera y recibir los ‘dos millones de firmas’ que el Rey de esta selva puso a disposición del partido”.

Mientras, Melvin Peña dice todo esto, reconoce que “corre el riesgo de que lo acusen de ser ‘hijo de Papá’, porque demasiada gente no concibe que una opinión sea desinteresada”.

Además, termina su artículo anunciando “no habrá dos millones de firmas que detengan a este típico papá, calvo, con panza y chacabana”, refiriéndose al candidato presidencial del partido PRD, Hipólito Mejía.

Menciona esto en referencia a su eslogan “Llegó Papá”, el cual considera manda “al subconsciente propio y de su interlocutor una carga afectiva que si llegará a convertirse en votos no habrá dos millones de firmas que lo detengan”.

Me gustó leer el artículo de Melvin Peña.

No sé si Melvin Peña es desinteresado o imparcial en su análisis. No sé si favorece al candidato Hipólito Mejía. Pero, si creo que le gusta el eslogan de Hipólito Mejía más que el eslogan del candidato Danilo Medina.

De todos modos, como les he prometido a algunos de los estudiantes participantes del mencionado Seminario “Capstone” de ADCP, aquí detallo mis observaciones imparciales y profesionales sobre los eslóganes, tanto del candidato Hipólito Mejía como del Danilo Medina.

Primero, “Llegó Papá”, aunque “pega”, no dice nada.

Mi primera pregunta es “a dónde fue?” ¿Porqué llega ahora?

Y obviamente, este eslogan, no esta basado en ningún “mensaje” de campaña política.

Es sencillamente un eslogan, un dicho, o algo que el pueblo dominicano, o más bien sus simpatizantes podrían gritar desde sus jeepetas en la caravana de campaña.

No tiene ninguna relevancia al trabajo que Hipólito Mejía (y su gobierno) ejecutaría(n) a partir de 2012 en caso de ser elegido.

El candidato Danilo Medina tiene tres eslóganes y todos juntos fungen supuestamente como uno.

Mi impresión inicial, cuando vi a “1.) Continuar lo que esta bien, 2.) Corregir lo que esta mal y 3.) Hacer lo que nunca se hizo”; pensaba yo, esto es nada más que un eslogan o eslóganes que dicen: “1.) Hacer bien, 2.) No hacer mal, y 3.) Hacer lo no hecho”.

No están basadas en ningún mensaje válido, es más, cualquier candidato podría usar estos eslóganes para su propia campaña.

Mejor, hasta mi abuela podría correr para presidenta de la República Dominicana utilizando estas tres frases.

El eslogan debe estar basado en un mensaje concreto de la candidatura. El mensaje es el argumento del candidato. El mensaje significa el “Porque yo y no mi opositor?” El mensaje es el “hilo conductor” de la campaña electoral.

Una situación aún peor, es que con estos eslóganes, todavía no conozco a Danilo Medina.

Estos tres eslóganes no me ayudan a conocerlo como persona. No me ayudan a conocer sus habilidades o conocer su causa.

¿Qué lo motiva?

¿Qué lo mueve emocionalmente, además de querer ser presidente?

Estos tres eslóganes no venden a Danilo Medina como candidato. Mejor dicho, estos eslóganes a penas dicen lo que está pendiente; más, no mencionan, ni conectan, con su capacidad de ejecutar todo esto.

Peor, Danilo Medina no debe formular su mensaje (o en este caso sus eslóganes) basado en otra persona. Es decir, él no debe usar al Presidente Leonel Fernández, o el ex Presidente Hipólito Mejía, o sus partidos, como punto de partida para la formulación del mensaje de su candidatura.

En este caso, el marco de referencia es Leonel Fernández, por lo menos para dos de los tres eslóganes, o quizás para todos los tres.

El mensaje de campaña debe tener conexión con sus valores, sus emociones, lo que motiva al candidato, su visión, etc.

[Si quiere saber más de la importancia de “formulación de mensaje” para campañas políticas, puede tomar el próximo curso; ya se han hecho dos en el país sobre este tema importante, uno en 2009 y otro ahora en 2011.]

En fin, todavía quedamos con la pregunta: “¿Quién es Danilo?”

Además, como nos han enseñado los expertos, tales como los hermanos Heath; los mensajes deben abarcar “ideas” que son sencillas, inesperadas, concretas, creíbles y emocionales; y deberían ser presentadas en forma de una historia (story), cuando posible.

Entonces para ser un poquito más práctico, y en el interés de ser un buen consultor político, tenemos que recordar también el tema de los fondos.

El candidato no puede hacer nada sin financiamiento. Y estos eslóganes de Danilo Medina son tres veces más costosos.

No solo esto, no conozco ningún conductor que puede leer tres vallas, no obstante una; cuando va manejando su vehículo.

Es decir, Danilo Medina solo ganaría los que se quedan en un tapón, cuando la congestión del tráfico les permite leer tres vallas con estos tres eslóganes. Y esto sería solo y cuando se aprecia su mensaje.

En fin, estos eslóganes de Danilo Medina son tres veces más largos de lo que deberían ser, tres veces más costosos, y tres veces más riesgosos en términos de presentar un mensaje sencillo para ganar el apoyo del público.

Debo admitir, para fines de transparencia, que trabajo para el Presidente Leonel Fernández, quien es también Presidente del partido PLD, el cual es el mismo partido del candidato Danilo Medina.

Entonces naturalmente, mis comentarios podrían favorecer a él y no al otro.

Sin embargo, en este caso, en mi condición de cofundador de la Asociación Dominicana de Consultores Políticos, creo que necesitamos asesores políticos auténticos.

Necesitamos tener el poder de criticar francamente y constructivamente a nuestra política aplicada.

Solo así vamos a mejor la democracia dominicana. Y en eso si, no soy imparcial.

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