Un presidente en funciones de presidente
Escrito por: Bartolo Boyer Otaño
Opinión
El presidente de la republica dominicana doctor Leonel Fernández Reyna, a manejado el tema de la reelección, con las misma suspicacias, que se manejan los temas del Estado; como un diplomático haciendo valer el poder de la comunicación, el mandatario se a sumergido en las corrientes vapuleadoras cargadas de entusiasmos, generando así un crecimiento en las alcas propia del poder. Fernández Reyna, ha obligado las organizaciones políticas y empresariales, a girar en función de un pensamiento retroactivo; eminentemente en función del implacable factor tiempo. Los cabizbajos aspirantes al poder ejecutivo, han visto sus aspiraciones espumarse entre ansiedades de quienes ostentan el liderazgo absoluto, en diferentes organizaciones con carácter mayoritario. Preferencias y disgustos ha sido el estandarte predominante en la culminación de un candidato en las dos organización política más grande del país, LPD, y PRD; foco principal lo ha sido el zagas y zorro heredero de los principios políticos y vanguardistas de una generación que dejo como herencia un legado llamado Estado. Fichas congeladas en un tablero de ajedrez; no hay estrategias sin dediciones sólo queda esperan el resultado del juego final; donde de seguro Leonel Fernández, será quien culmine con sus contrincantes, por la preparación psicológica de un escenario en donde los observadores siempre apuestan al ganador. Muchos, cuando digo muchos, me refiero a muchos; fueron los que pensaron que el presidente de la republica, Lóenle Fernández, entregaría un torneo electoral al cansancio; una decisión de tal magnitud, no pude ser tomada a la ligera. 2, millones 213 mil 125 firmas es un numero grande para cualquier candidato; el manejo del presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y presidente de la republica doctor Leonel Fernández Reyna, deja un claro mensaje en las demás organizaciones políticas; obviar las divisiones y fomentar la unidad de la organización, cual sea. Son esa las referencias que dan el linaje de ser llamados líder, o presidente, para alimentar el sistema democrático de una nación y sus satisfacciones colectivas, fue un aporte más de lo que ha sido su forma de gobernar la unidad, antes que la división.
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