martes, 18 de enero de 2011



Encuentro con el Reino Natural

Bartolo Boyer Otaño
boyeregard@gmail.com

Quiera sentir la emoción de un hombre feliz, de un mundo mejor, de una naturaleza sin amenaza de un depredador; quisiera seguir aquí, respirando las partículas invisibles del H/2, O. ¿Quien guarda silencio con una yaga al rojo vivo?, un día, el viento bañara al mar; roca nacen en las aguas turbulenta, el invierno prepara las primaveras, pero el sueño de la gaviota no despierta el hormiguero. Cristalino uniforme con transparente, en el aire las siluetas de las sombras ensanchada por el océano. No borraré este momento compartido con el reino natural; declararé la guerra al importuno que ose compartir mi relación con el silencio y meditación que me brinda esta guarida, desertora de una Atlántida celosa de sus carriles ocultos. El Azul, en el hondo se puede ver, es mágico pero invita ha un chapuzón, no pasara de pensarlo soy un aliado del respeto al territorio desconocido; aún que mi piel se ilusione sintiendo el contraste de dos temperatura, fría y caliente. Es como estar acompañado y estar solo a ves. Está desierto sólo las roca, el agua, los peces, y la brisa fría, me siento como si hubiera algo que no quisiera que me vaya. Bueno ya me voy, un día de estos pasaré a saludar este lugar, donde llegue con mil preguntas inconclusa!!! (preocupaciones) y me fui, con las alcas llenas de optimismo, esperanza, alegría, amor, fe, y en conclusión, vale la pena vivir.

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