Estados Unidos y Francia, proclamaron al mundo que los problemas de Haití, serían efímero, porque ellos se encargarían de levantar un nuevo Puerto Príncipe, y en esencia real un Haití, más capas de emprender una lucha cuerpo a cuerpo con los nuevos retos que les esperaba despues de haber pasado por la mayor tragedia de toda su historia.
Del 12 de Enero-2010, al 2 de Junio-2010, es bueno que el mundo sepa que ya han pasado 141, día, y las imágenes de un día, en tiniebla por la madre naturaleza un sigue plasmada en los escombros de cada metro cuadro, donde la tierra ejercía su obediencia de ejecutar los mandatos de quien la creara.
La razón es el complemento de la iniciativa ejercida por las llamadas potencias de naciones. Esta es una fiesta donde son muchos los invitados, no se tratara de quien baila mejor, sino de quien participara y que su presencia deje huella en una familia en desgracia.
Los días vienen, y días se van, y los compatriotas haitianos siguen apegados a la esperanza de reconstruir su tierra de gentes de piel negro y corazón blando, con un idioma como identificación y una historia despeluznantes.
Haití, sabe que su pasaporte para busca parte de lo que necesita, es el doctor Leonel Fernández Reyna, porque su Presidente, no reúne la confianza como para
Entregarles un fondo de 10 millones de dólares, el cual será utilizado en las infraestructuras que fueron destruidas por el sismo.
El ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, conoce más que nadie la idiosincrasia de ese pueblo antillano, puesto que parte de la vida y de su familia, se la han pasado allí, haciendo turismo.
Francia por su lado siempre ha hecho alegato de su histórica conexión con el empobrecido país. El presidente de los Estados Unido, Barack Obama, lleva en la sangre a Sudáfrica de donde vienen históricamente los nacionales haitianos.
La razón es el complemento de la iniciativa ejercida por las llamadas potencias de naciones. Esta es una fiesta donde son muchos los invitados, no se tratara de quien baila mejor, sino de quien participara y que su presencia deje huella en una familia en desgracia.
Los días vienen, y días se van, y los compatriotas haitianos siguen apegados a la esperanza de reconstruir su tierra de gentes de piel negro y corazón blando, con un idioma como identificación y una historia despeluznantes.
Haití, sabe que su pasaporte para busca parte de lo que necesita, es el doctor Leonel Fernández Reyna, porque su Presidente, no reúne la confianza como para
Entregarles un fondo de 10 millones de dólares, el cual será utilizado en las infraestructuras que fueron destruidas por el sismo.
El ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, conoce más que nadie la idiosincrasia de ese pueblo antillano, puesto que parte de la vida y de su familia, se la han pasado allí, haciendo turismo.
Francia por su lado siempre ha hecho alegato de su histórica conexión con el empobrecido país. El presidente de los Estados Unido, Barack Obama, lleva en la sangre a Sudáfrica de donde vienen históricamente los nacionales haitianos.
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