EL MUNDO DEBE CONOCER
LA VERDAD…
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Segundo:
que los eternos agresores han sido las autoridades haitianas, antes, durante y
después del nacimiento de la República Dominicana, como nación libre y
soberana. Por ello creo oportuno recordarles al pintoresco presidente Michel
Martelly, lo siguiente:
Que la
primera y sangrienta agresión fue realizada por Toussaint Louverture, en el año
1801, quien ocupó la parte española alegando que la isla era “única” e indivisible.
Que
posteriormente el auto proclamado
emperador de Haití, Jean Jacques
Dessalines, comandado miles de tropas invadió nuestro territorio, y que al
retirase derrotado el “pintoresco emperador”, causo la más cruel y salvaje matanza, la cual
justificó con las siguientes palabras: “Lo que hemos hecho es muy cruel. Sin
embargo, hacía falta para la reafirmación de nuestra independencia.Quiero que
el crimen sea nacional, que cadauno hunda sus manos en la sangre; que los
débiles y moderados que hacemos felices a pesar de ellos mismo, no puedan decir un día: Nosotros no tomamos parte en
esos degüellos.
Fue Dessalines, Jaen Jacques, el
bandido, que tiene su responsabilidad. Qué me importa el juicio de la
posteridad acerca de esta medida impuesta por la políca, con tal que yo salve
mi país”.
Asi fue
como quiso el “emperador” Dessalines que la historia recogiera su criminal
accionar, al justificar la matanza de miles de dominicanos, como el degüelle
realizado por los haitianos en Moca y otras regiones de la nación dominicana.
Resulta
impotante recordarle, al presidente Michel Martelly, que fue el presidente Jean
Pierre Boyer, quien invadió nuestro territorio el 9 de febrero 1822, cercenando
el naciente estado independiente encabezado por José Núñez de Cáceres.
Que esa
ocupación duró 22 oscuros y largos años, durante la cual se cerró la primera
universidad del nuevo mundo, se agredió a la iglesia católica, se le quitaron
las mejores tierras a los dominicanos para entregárselas a oficiales del
ejercito haitiano, se abligó a nuestras mujeres de raza blanca a convivir con
negros haitianos, se les prohibió a los
dominicanos de raza blanca tener propiedades, en fin trataron de mil maneras de
borrar nuestro pasado hispánico, propósitos que no pudieron lograr.
¡Poro
resulta señor presidente Martelly!, que fueron tropas haitianas que hostigaron
e invadieron nuestro territorio durante largos años después de proclamada la
República Dominicana, por Juan Pablo Duarte, y los Trinitarios el 27 de Febrero
de 1844.
Y también
es oportuno recordarle que esas agresiones fueron repetidas valientemente por
los dominicanos en las batallas del 19 y 30 de marzo, llevada a cabo en Azua y
Santigo, territorio de la recién creada República Dominicana, lo que consolidó
la recién proclamada nación.
Pero que
igualmente resulta, que han sido ustedes las autoridades haitianas quienes
ocuparon violetamente la embajada
dominicana en Puerto Príncipe, Haití, en el año 1963, acción que mereció
una respuesta contundente del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch.
Que
además del rosario agresiones violentas anteriormente citadas, ustedes las
autoridades haitianas han desarrollado durante décadas una campaña negativa en
contra de la República Dominicana en todo
y cada uno de los organismos internacionales que sus representantes tiene
acceso.
Ahora
bien, para hacer honor a la verdad histórica debemos señalar que la única agresión
violente que puede ser atribuida a
autoridades dominicana contra nacionales haitianos ocurrió en el año 1937, me
refiero al lamentable y sobredimensionado “corte” llevado a cabo durante la Era
de Trujillo, el cual tuvo lugar en territorio de la República Dominicana, y que
todos los dominicanos de buena voluntad debemos eternamente condenar.
Es muy
posible en este breve artículo por asunto de espacio no haya sido posible citar
todos y cada uno de los hechos violentos patrocinados y ejecutados por las
autoridades haitianas en contra de los dominicanos a lo largo de nuestra
accidentada existencia. Sin embargo, debo reiterarle que esas agresiones
anteriormente citadas no son las únicas, por lo que querer confundir la opinión
pública internacional al usted hablar
ante tan magno evento no es propio de un jefe de estado.
Por
último, creo que es oportuno recordarle también a usted señor presidente de
Haití, a los organismos internacionales que en
complicidad de malos dominicanos están pretendiendo fusionar a la
República Dominicana y Haití, que eso es imposible ya que los dominicanos de
hoy y de las futuras generaciones
tenemos un compromiso con el fundador de la República el general Juan Pablo
Duarte, quien señaló lo siguiente, “ Estre los dominicanos y los haitianos no
es posible una fusión”.
Fuente: periódico Primicias
Pagina 6. Noviembre
2014
Bonao