CARTA DE MI BAÚL
Por: Bartolo Boyer Otaño
boyeregard@gmail.com
¡BUEEENO…!
“¡Adiós fritos
queridos! ¡Adiós tostones del alma!
¡Adiós ruedas de salamis! ¡Pues ya no comeré más burros! ¡Perdón,
perdón, perdooón! ¡Pues ya no comeré más burundangas!”
Dice Pro-Consumidor que el 97% de los salamis no
tienen nada de proteína, pero sí mucha carencia en cuestión de calidad. ¡Hasta ahí íbamos bien…!
Pero
Altagracia Paulino, la tiró… a 115, sin nada de maquillaje. Dijo que durante la
investigación el 15% de los salamis tienen presencia de coliformes fecales.
¡Esto sí qué almo el rebú…! Porque dice
Manuel Guerrero, director de DIGENOR, que Pro-Consumidor, tiro la piedra y
escondió las manos… porque según el funcionario el estudio realizado está más que
caducado.
¡La pelota está caliente y el presidente
habló!
Así qué
licenciada Altagracia, ¡dé los nombres los salamis con ñeca! ¿Sí usted
tiene la razón…? Porque el mismo Leonel
Fernández, lo vio cómo una conquista para nuestra sociedad ¡dónde venden perro por chivo y a nadie le
hacen NÁ!
En las calles y urbanizaciones ¡igual que en
los callejones sólo se escucha una voz!
“¡Oye esa vaina… nos pusieron a comer
mie…?! ¡Miel de abeja se necesita! Para tragar
el amargo, que deja en la población
qué el llamado DIGENOR, nunca ha hecho una sanción ni a fabrica, ni a empresa, de
los salamis con ÑECA…!”
¿Cosa que no entendemos? Porque ese
ministerio está llamado a regular las normas y calidad de todos lo consumido,
para cuidar la salud y prevenir enfermedades ¡ya que el cólera vive en la
pupú…! ¡y los salamis tienen kaka…!
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