DANILO MEDINA
EN AMORES CON LA IGLESIA CATÓLICA
Por: Bartolo Boyer Otaño
boyeregard@gmail.com
Opinión
Cuando Un presidente
electo toma como base en un programa de
gobierno el poder representante de Dios en la tierra
el cual lo es la Iglesia Católica, para canalizar las necesidades de su nación y enfocar una política humanitaria en beneficio de la masa pobre y la
clase media en República Dominicana, es porque tiene la convicción qué sí se puede ser un
gobierno sin la necesidad de ignorar
quienes son gestores
de los cambios democráticos en
los países de igual sistema.
Trasciende
como pólvora en polvorín, el hecho de que el presidente sucesor del actual
Presidente Doctor Leonel Fernández Reyna, el licenciado Danilo Medina, haya
tomado como batuta, los prelados y las autoridades jerárquicas de la Iglesia
Católica.
La política en nuestro país ha sido cuestionada
como tal, en los últimos años; lo bueno
y lo malo ha trascendido de un modo que para muchos no cuenta como una alternativa a la hora de
ejercer un sufragio. La cara de una de las más “digna de las ciencias” según el
profesor, escritor, y líder político, Juan Bosch Gaviño, quien predicaba en las
mayorías de sus alocuciones que “una las ciencias más digna, de la tierra”, es
la ciencia política.
Fue ese mismo creador de liderazgo, quién
una vez dijera la siguiente expresión: ”Los
funcionarios de este gobierno, los escasos funcionarios de este gobierno que
crean que el presidente no se va a enterar si hacen algo mal hecho están
equivocados, porque el presidente se entera y el presidente envía a la justicia
y hace detener al más intimo de sus amigos, y el más cercano de sus
colaboradores, me duele hacerlo, pero tengo que hacerlo para preservar las
democracia de este país para conservar mi dignidad y honor. Yo puedo ser
derrocado como cualquier gobernante puede ser derrocado, como cualquier
gobernante en América Latina, pero cuando salga del poder, tendrán que
reconocer mi honestidad”.
El 16
de agosto del 2012, el pueblo dominicano podrá ser testigo de una de las más eventuales
transiciones gubernamentales en la historia de República Dominicana, puesto que
algo parecido ocurrió hace 26 años cuando
en el 1982 al 1986, el doctor Salvador Jorge
Blanco, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), sucedió a Jacobo
Majluta, también del Partido peredeísta,
quién alcanzará la presidencia luego de
ser electo en el 1978, como vicepresidente de don Antonio Guzmán Fernández,
quién se suicidó, en la presidencia de la República.
Luego de dos décadas y media, un candidato de
una organización política alcanza la presidencia de la república en el seno de misma; y estando la primera magistratura
ocupada por un presidente del mismo partido político. Esta vez el Partido de la
Liberación Dominicana (PLD), pasa la antorcha a un nuevo atleta en la administración
pública.
Como desafío el licenciado Danilo Medina
tendrá la reducción de la pobreza en un país donde uno los problemas más
agudizado es las grandes especulaciones por parte del empresariado dominicano y
la pequeña y mediana empresa, que son los generadores de las grades demandas en las carestías de los productos de primera
necesidad.
En la actualidad la pobreza en Brasil se
redujo a un 36% desde el 2003, a la fecha. Todos nos preguntamos ¿acaso aquel
eslogan de campaña de “HACER LO QUE NUNCA SE HIZO”? será que nuestro nuevo presidente hará historia en
reducir el hambre en una tierra que produce de todo poro que sus
cultivadores tienen que hacer huelga
para todos los procesos que conlleva una
buena producción y un buen abastecimiento de alimento en nuestro país.
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