“La corrupción es un problema que no se resuelve de la noche a la mañana”
Bartolo Boyer
boyeregard@gmail.com
Santo Domingo-. Es la sede del XV Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, cuyas sesiones concluyen hoy en esta capital. Julio César Fernández Toro, quien es el secretario general de ese organismo público internacional, de carácter intergubernamental, constituido en 1972. P: Usted ha dicho que la crisis financiera internacional había sido para América Latina una lección y que debíamos aprender de nuestros errores. ¿En qué momento están ahora las naciones del continente? R: Creo que América Latina se halla en un momento de posicionamiento, como nunca lo había estado. De la crisis económica mundial, la región fue una de las que mejor soportaron la crisis y está saliendo más rápido. Sus niveles de crecimiento son mayores que otras regiones y después del neoliberalismo, los estados latinoamericanos son más fuertes y poseen instrumentos y herramientas más eficaces en estas batallas. Podemos decir que la región está más preparada contra crisis económicas, sociales y políticas. Crisis anteriores, que años atrás acababan en dictaduras, se resuelven ahora con conversaciones y salidas democráticas. Los latino americanos de ahora no son los antes; igual sucede con los dominicanos, es un pueblo más informado, critico, participativo y más consciente de su desarrollo. Geopolíticamente, América Latina es ahora mismo la parte del mundo que tiene mayor peso político. P: ¿Qué se requiere para alcanzar niveles satisfactorios en el funcionamiento de las entidades del Estado? R: para tener una gestión pública de calidad y ayudar a solucionar los problemas de la población, no sólo se requiere de una administración adecuada y profesional, sino, además, de la participación de la población en la solución de los problemas públicos, que no sólo corresponden al Estado, sino también a la sociedad. Evidentemente, todo ejercicio de la autoridad pública por parte de los funcionarios, tiene que generar cierta responsabilidad y para ello se requieren controles sociales. Esta es la posibilidad real de que la población participe en los procesos y controle lo que se está haciendo. Esto fundamenta la razón de ser de un Estado democrático, todo lo cual está vinculado con la Carta Iberoamericana de la Gestión Pública. P: Una de las cuestiones más acuciantes en la actualidad, no sólo en Republica Dominicana, sino a nivel continental y también a escala global es la lucha contra la corrupción que persiste en la Administración Pública. R: América Latina ha avanzado bastante en la lucha contra la corrupción, las leyes de transparencia y el uso de tecnologías que hacen posible que el ciudadano tenga control assobre el gasto que realizan los estados, la existencia de nuevos códigos a través de los cuales se establece lo ilícito en materia de sanciones; en definitiva, mayor cantidad de mecanismos de control. Pero es esto es problema que no se resuelve de la noche ha la mañana, ni con una única medida. Necesitamos incrementar la cultura de la sociedad. Porque, a veces se considera que la corrupción se circunscribe al sector público y eso no es verdad. En las sociedades donde hay corrupción, lo hay tanto en el sector público como en el privado, a veces funcionan tan mal los unos como los otros. P: ¿Existe algún mecanismo para combatir con mayor efectividad la corrupción? R: Primero que todo, emplear la función pública con una serie de carreras, para que no se permita la utilización de los cargos públicos de manera patrimonialista. Segundo: con la utilización de la tecnología de la información y el conocimiento, que facilita a los ciudadanos mayor acceso a los procesos. Tercero, porque se está, evidentemente, estableciendo un sistema de incentivos que debe mejorar las prácticas y se han establecido mecanismos para que haya control social sobre las gestiones públicas. Si vemos todos estos esfuerzos conjugados, debe existir una gestión pública más controlada por la población, mucho más transparente, porque el ciudadano tiene más acceso a las políticas públicas y sus ejecuciones. La corrupción se produce cuando no es posible saber lo que se está haciendo y no es posible intervenir en el proceso de políticas públicas.
Bartolo Boyer
boyeregard@gmail.com
Santo Domingo-. Es la sede del XV Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, cuyas sesiones concluyen hoy en esta capital. Julio César Fernández Toro, quien es el secretario general de ese organismo público internacional, de carácter intergubernamental, constituido en 1972. P: Usted ha dicho que la crisis financiera internacional había sido para América Latina una lección y que debíamos aprender de nuestros errores. ¿En qué momento están ahora las naciones del continente? R: Creo que América Latina se halla en un momento de posicionamiento, como nunca lo había estado. De la crisis económica mundial, la región fue una de las que mejor soportaron la crisis y está saliendo más rápido. Sus niveles de crecimiento son mayores que otras regiones y después del neoliberalismo, los estados latinoamericanos son más fuertes y poseen instrumentos y herramientas más eficaces en estas batallas. Podemos decir que la región está más preparada contra crisis económicas, sociales y políticas. Crisis anteriores, que años atrás acababan en dictaduras, se resuelven ahora con conversaciones y salidas democráticas. Los latino americanos de ahora no son los antes; igual sucede con los dominicanos, es un pueblo más informado, critico, participativo y más consciente de su desarrollo. Geopolíticamente, América Latina es ahora mismo la parte del mundo que tiene mayor peso político. P: ¿Qué se requiere para alcanzar niveles satisfactorios en el funcionamiento de las entidades del Estado? R: para tener una gestión pública de calidad y ayudar a solucionar los problemas de la población, no sólo se requiere de una administración adecuada y profesional, sino, además, de la participación de la población en la solución de los problemas públicos, que no sólo corresponden al Estado, sino también a la sociedad. Evidentemente, todo ejercicio de la autoridad pública por parte de los funcionarios, tiene que generar cierta responsabilidad y para ello se requieren controles sociales. Esta es la posibilidad real de que la población participe en los procesos y controle lo que se está haciendo. Esto fundamenta la razón de ser de un Estado democrático, todo lo cual está vinculado con la Carta Iberoamericana de la Gestión Pública. P: Una de las cuestiones más acuciantes en la actualidad, no sólo en Republica Dominicana, sino a nivel continental y también a escala global es la lucha contra la corrupción que persiste en la Administración Pública. R: América Latina ha avanzado bastante en la lucha contra la corrupción, las leyes de transparencia y el uso de tecnologías que hacen posible que el ciudadano tenga control assobre el gasto que realizan los estados, la existencia de nuevos códigos a través de los cuales se establece lo ilícito en materia de sanciones; en definitiva, mayor cantidad de mecanismos de control. Pero es esto es problema que no se resuelve de la noche ha la mañana, ni con una única medida. Necesitamos incrementar la cultura de la sociedad. Porque, a veces se considera que la corrupción se circunscribe al sector público y eso no es verdad. En las sociedades donde hay corrupción, lo hay tanto en el sector público como en el privado, a veces funcionan tan mal los unos como los otros. P: ¿Existe algún mecanismo para combatir con mayor efectividad la corrupción? R: Primero que todo, emplear la función pública con una serie de carreras, para que no se permita la utilización de los cargos públicos de manera patrimonialista. Segundo: con la utilización de la tecnología de la información y el conocimiento, que facilita a los ciudadanos mayor acceso a los procesos. Tercero, porque se está, evidentemente, estableciendo un sistema de incentivos que debe mejorar las prácticas y se han establecido mecanismos para que haya control social sobre las gestiones públicas. Si vemos todos estos esfuerzos conjugados, debe existir una gestión pública más controlada por la población, mucho más transparente, porque el ciudadano tiene más acceso a las políticas públicas y sus ejecuciones. La corrupción se produce cuando no es posible saber lo que se está haciendo y no es posible intervenir en el proceso de políticas públicas.
Fuente: Diario Libre
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